El tratamiento de ortodoncia es una forma de mejorar tu sonrisa y tu salud sin tener que pasar por el quirófano. Con la ortodoncia, puedes corregir los defectos de tus dientes y tu mandíbula que te impiden lucir una sonrisa perfecta y morder con comodidad. Además, la ortodoncia te ayuda a prevenir problemas futuros como caries, gingivitis o dolores de cabeza.
¿Qué problemas puede solucionar la ortodoncia? Pues muchos, entre ellos:
Dientes torcidos o apiñados: Si tus dientes están desordenados o no tienen suficiente espacio en tu boca, la ortodoncia puede alinearlos y distribuirlos de forma armoniosa. Así podrás limpiarlos mejor y evitar que se acumule placa bacteriana.
Mordida defectuosa: Si al cerrar la boca tus dientes no encajan bien, tienes una mordida defectuosa. Esto puede provocar desgaste dental, dificultad para masticar o hablar y alteraciones en el crecimiento facial. La ortodoncia puede ajustar tu mordida y hacer que tus dientes se relacionen correctamente.
Desarrollo mandibular anormal: A veces, los huesos de la cara no crecen de forma equilibrada, lo que puede causar asimetría facial o problemas respiratorios. La ortodoncia puede estimular o frenar el crecimiento de los maxilares mediante aparatos especiales.
El tratamiento de ortodoncia consiste en aplicar una fuerza suave y constante sobre los dientes y los huesos para moverlos poco a poco hasta su posición ideal. El método más usado para hacer esto son los brackets, que son unas piezas metálicas o de cerámica que se pegan a los dientes y se unen con alambres y gomas. Los brackets hacen presión sobre los dientes para desplazarlos según el plan del ortodoncista.
Pero los brackets no son la única opción. También existen otros tipos de ortodoncia más discretos o cómodos, como los alineadores transparentes, los brackets linguales o los aparatos removibles. Lo importante es elegir el tratamiento que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas.
Leave a Reply